PATRIMONIO EMOCIONAL
PATRIMONIO EMOCIONAL
En la vida nos damos cuenta que lo más valioso son aquellas personas que nos acompañan.
Lo más valioso de la vida no
se mide en posesiones materiales, sino emocionales y afectivas. Tener un
corazón rico en amor y amistad es lo verdaderamente significativo.
El patrimonio emocional lo
conforman aquellas relaciones satisfactorias, sanas y reciprocas con las que
sembramos el camino de nuestra vida.
Las distintas vivencias nos
hacen darnos cuenta de lo efímera que es la vida, por lo que valoramos más la
experiencia de conectar de manera especial con los demás, de vincularnos
afectivamente.
Hay que procurar que las
personas que mantenemos a nuestro lado sean merecedoras de nuestro tiempo, esas
que nos ayudan a volar, a brillar, a conocer la felicidad. Con ellas
compartimos complicidad, vínculos sanos, que dibujan bellas formas de relación
con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Tomarnos tiempo para
establecer contactos íntimos, porque forjar uniones nos engancha a la vida, nos
anima a ser mejores, es maravilloso tener cerca a personas de sentimientos
sinceros.
Rodéate de aquellos que te
hagan sentir bien. Así que ama y guarda, como oro en paño, a aquellas personas
significativas. Sólo a través de tu patrimonio emocional podrás vivir desde el
bienestar todos los días de tu existencia.
No vivas a medias, la vida
es demasiado grandiosa para vivirla así. No podemos distraernos de todo lo
valioso que ya tenemos.
Cada día es un día para
estar vivo. En cada momento de la vida, podemos decidir vivir con pasión y
alegría; positivamente inspirados por todo lo que vemos, oímos y
experimentamos; hacer una diferencia para nuestro mundo, para nosotros mismos y
las personas alrededor de nosotros.
La vida cada día es un
regalo que no tiene precio, porque no abrimos este regalo con entusiasmo y
aprovechamos al máximo esa gran oportunidad que tenemos, vivámosla.
De hoy en adelante voy a vivir mi vida intensamente.
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