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PERSONA ECUÁNIME ¿Eres una persona ecuánime? La ecuanimidad es una poderosa energía de armonía y equilibrio. Es una respuesta proporcionada ante las adversidades, mente firme e imperturbable ante el elogio o el insulto, la ganancia o la pérdida, lo agradable y lo desagradable. La ecuanimidad surge al aceptar conscientemente lo inevitable sin que el ánimo se perturbe. Todo fluye, todo se modifica, todo está en movimiento, todo cambia. En realidad nada permanece. La persona ecuánime comprende esta verdad, por eso mantiene el ánimo sosegado en cualquier circunstancia de la vida. Ecuanimidad es vivir en el presente, libre de pasado y de futuro y sin reaccionar con avidez o aversión. La ecuanimidad nace cuando uno no se aferra a lo agradable y no añade sufrimiento a lo desagradable. En este caso, las sensaciones surgen y se desvanecen naturalmente. Se vive ecuánimemente cuando se reconoce y se acepta, en toda su profundidad, lo que significa dejar que ocurran las cosas. Consiste en deja