EL AMOR NO DUELE
EL AMOR NO DUELE
El amor no hace que la gente sufra, de hecho, lo que consigue es que la gente esté más sana, más plena y realizada.
A qué nos referimos cuando decimos “amor”, ya que es uno de esos conceptos que todo el mundo conoce y pocos entienden.
Amor se compone del prefijo a- y la palabra en latín -mors (cuyo significado es muerte). «Vivir sin muerte».
El amor es energía, es unidad, es virtud, es un sentimiento, es una forma de vivir.
El amor no entiende de exigencias ni sacrificios, amar a alguien es querer lo mejor para esa persona y disfrutar de su compañía. El amor perdura aun diciendo adiós en una relación.
Es un estado en el que haces libres a los que estarán a tu lado, en el que te relacionas sin expectativas ni demandas. El amor es vivir sin apego, es aceptarse a uno mismo incondicionalmente y comprender la belleza que contiene cada ser.
El amor no duele, el dolor viene de la relación, no del amor en ella.
El dolor y el amor son dos cosas muy distintas.
El amor es el mejor antídoto a los momentos difíciles.
En el proceso de una relación, con sus luces y sus sombras, puede surgir la pregunta: ¿estamos con quién debemos estar? Para contestarnos esta pregunta es fundamental partir de un proceso de indagación personal donde podamos observar qué tipo de vínculo hemos establecido y hasta qué punto es sostenible con el paso del tiempo.
Hay muchas conductas consideradas románticas que en realidad reflejan dependencia y baja autoestima. Llenan vacíos y alivian egoístas soledades. Hacer cosas por querer complacer al otro. Nuestras creencias limitantes, los apegos y las expectativas en una relación derivan en dolor, dificultad y no permanencia del vínculo.
El amor no garantiza que una relación funcione. Las relaciones requieren compatibilidad y habilidades de relación por parte de ambas partes. Pero el requisito de “enamorado” es imprescindible. Las relaciones no son fáciles porque nos llevan a lo más profundo de nosotros mismos: lo bueno, lo malo y lo feo. A nuestros programas inconscientes. Y así, nos aportan la oportunidad de nuestro autoconocimiento para crecer y evolucionar solos o acompañados en una relación.
David Cain en Thought Catalog: El amor no duele. Si lo hace no es amor, es otra cosa. Miedo. Apego. Idolatría. Adicción. Dependencia emocional.
La relación durará tanto como la cuides y la cuidarás tanto como te interese mantenerla. No se acaba el amor, se acaba el interés por vivir la relación de pareja, el acompañamiento de la otra persona, el interés por el otro.
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Michigan confirma que el cerebro reacciona a una ruptura sentimental o una decepción afectiva de forma similar que cuando sentimos dolor físico. Somos más vulnerables al rechazo.
Es fundamental cuestionarnos continuamente para detectar nuestras propias incoherencias ¿Qué es una pareja para mí?, ¿Para qué quieres una pareja?, ¿para no estar solo?, ¿Para no aburrirnos?, ¿Para tener a alguien que nos cuide?, ¿Por demanda social? etc. Y así, dejaremos de querer cambiar al otro para centrarnos en nuestra propia evolución y sanar el dolor de la relación.
Relaciónate mucho, pero sobre todo relaciónate mejor.
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
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