EMPODERAMIENTO PERSONAL

EMPODERAMIENTO PERSONAL

Cuando entramos en la espiral de la indefensión aprendida, nuestra situación personal va empeorando cada vez más y más. Sentir que no tenemos poder para cambiar las cosas va minando nuestra salud física y mental. Está claro que puede ser muy difícil hacerle frente a las adversidades de la vida. Difícil sí, pero imposible tampoco.

Si alguien nos dijo que nuestra existencia iba a ser un camino de rosas por el hecho de estar hecho de buenas intenciones, nos mintió. Tampoco es válido el pensamiento de ese diablillo que nos dice que todo va fatal. En este sentido, la felicidad suele ser producto del equilibrio; un equilibrio que rara vez encontramos si no nos esforzamos en trabajar con las fuerzas que hay dentro y fuera de nosotros. Es una cuestión de voluntad…, pero también de habilidad y de inteligencia.
 
“La forma más común de renunciar al poder 
es pensando que no lo tenemos”
-Alice Walker- 
 
Las cosas, por sí solas, no suelen cambiar. Es muy importante que nos veamos a nosotros mismos como seres válidos para reorientar las fuerzas de las que hablábamos antes y llegar a una posición de equilibrio. Eso sí, sin olvidar que hay muchas cosas que escapan de nuestra voluntad. Esto es importante, ya que si tratamos de controlarlo todo nos frustraremos.

En definitiva, el empoderamiento trata de que la persona se vea capaz de tomar decisiones y de afrontar las distintas situaciones que se le presenten. En este proceso, es clave que la persona vea que el malestar no viene simplemente impuesto por hechos externos, sino que es un proceso interno que puede controlar y manejar.

Para conseguir que una persona se vea así, es clave que tenga una autoestima  adecuada. Potenciar una visión positiva de uno mismo va a hacer que confiemos más en nuestras capacidades y en el poder de cambiar aquello que nos gustaría. Ahora bien, esa autoestima tiene que ajustarse a la realidad.

Flaco favor nos hacemos a nosotros mismos si creamos unas expectativas demasiado altas que no vamos a poder alcanzar. Entonces nos frustraremos. Por ello, es sumamente relevante que nos conozcamos bien y seamos conscientes de nuestros puntos fuertes y de nuestras flaquezas.

Características de una persona empoderada
  • Se informa y trata de conocer aquellos temas que le interesan. 
  • Buscar formarse y adquirir capacidades nuevas. 
  • Es responsable. 
  • Se conoce y acepta a sí misma. 
  • Tiene una autoestima y una autoconfianza adecuadas. 
  • Es consciente de la importancia de cuidarse a uno mismo. 
  • Sabe cómo son sus relaciones sociales y cuida aquellas que merezcan la pena, pero sin autoboicotearse, buscando relaciones equilibradas y sin una dependencia emocional. 
  • Es consciente de la importancia de establecer límites en sus relaciones interpersonales. 
  • Es capaz de planificar su tiempo, estableciendo objetivos, necesidades y prioridades. 
  • Sabe cómo tomar decisiones. 
  • Trata de solucionar los conflictos de la mejor manera posible para todas las partes. 
  • Se comunica poniendo en marcha sus habilidades sociales y ejercitando la asertividad, de forma que tiene en cuenta los derechos de los demás y los suyos propios.
En definitiva, tras el empoderamiento, las personas somos más capaces de vivir en armonía con nosotros y con los demás, de forma que nuestras relaciones sociales ganan en calidad y su estado psicológico mejora… ¡Trabaja para continuar evolucionando como persona! 
 
 
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez 
Psicóloga

Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
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