MI "YO" A TRAVÉS DE LA CRÍTICA
MI "YO" A TRAVÉS DE LA CRÍTICA
La crítica siempre es expresión de
quiénes somos y de lo que pensamos. A través de una crítica desvelamos
nuestros estereotipos y expectativas, y muchas veces hasta nuestro
estado de ánimo. De hecho, aunque muy pocas personas se dan cuenta de
ello, su forma de criticar es una de las expresiones más íntimas de su
personalidad, a través de la cual pueden quedar completamente desnudos
ante el ojo más sensible.
Existen diferentes tipos de críticas:
La crítica amigable. En este caso la persona que critica es
capaz de establecer cierto vínculo emocional con el otro, por lo que
realiza la crítica desde la empatía. Su objetivo es ayudar, proteger,
motivar y/o desarrollar. Obviamente, las personas que realizan este tipo de críticas son
invaluables y deberíamos encargarnos de tenerlas siempre a nuestro lado
porque nos ayudan a ver lo que nosotros no podemos vislumbrar.
La crítica “objetiva”. En este caso la persona adopta una
actitud más indiferente, establece una distancia emocional y suele
utilizar argumentos de carácter más abstracto e impersonal para
fundamentar su opinión. El problema es que normalmente el objetivo de
esta crítica es corregir y en muchas ocasiones se utiliza como excusa
para encubrir la hostilidad, la envidia o resaltar la superioridad
intelectual o moral. De hecho, muchas personas enmascaran sus
sentimientos bajo esa apariencia de “objetividad”, que suele esconde la
idea de que solo ellos están al servicio de la verdad, la perfección o
saben cómo hacer bien las cosas.
La crítica hostil. En este caso la persona ataca directamente a
través de la crítica, sin reparar en los daños que puede causar. De
hecho, su objetivo es rechazar, culpabilizar, desacreditar o destruir
directamente. No obstante, para lograrlo puede usar diferentes
estrategias y no siempre se trata de ataques frontales por lo que a
veces es difícil distinguir estas críticas. En el fondo, estas críticas
lo que expresan es una incapacidad de la persona para ponerse en el
lugar de los demás, gestionar sus emociones y relacionarse desde una
postura respetuosa. Obviamente, es fundamental aprender a acorazarse
contra estas críticas ya que pueden llegar a hacer mucho daño.
Piensa el doble, habla la mitad.
La crítica siempre dice más de quien critica, que de quien es criticado,
porque expresa una forma de ver el mundo y unos valores en las
relaciones interpersonales. Por eso, es conveniente que antes de
criticar, pienses en lo que esas palabras expresan de ti y te preguntes
si esa es la imagen que quieres cultivar y mostrar al mundo.
De hecho, puedes utilizar la crítica como una herramienta de cambio, para aprender a conocerte mejor y crecer como persona.
Analiza qué motiva esa crítica. El problema no
es lo que estás criticando sino algo más, dentro de ti, que deberías
solucionar.
Ponte en el lugar del otro. Antes de criticar, intenta comprender por qué el otro ha actuado así. La comprensión y la
empatía dirán muchas más cosas positivas de ti que la ira y la
intolerencia.
Expresa una opinión, no un juicio. No es lo
mismo decir “lo que has hecho no sirve para nada” que “no me gusta lo que has hecho”.
En el primer caso hay un juicio de valor que,
en el segundo caso se trata tan solo de una opinión objeto de debate y,
como tal, una oportunidad de crecimiento para ambas partes.
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
Valencia, España. 46021.
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www.laterapiaregresiva.blogspot.com
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